viernes, junio 22, 2007

LA MUJER DEL PROJIMO

En cuestiones del amor, no hay posesión, sólo hay entrega.

Me encanta la mujer del prójimo. Cada que la veo, la deseo. Pero eso de codiciar... no, no va por ahí.

La codicia es un acto egoista y de agresión al “poseedor” de la persona u objeto codiciados. Desear es un acto que excluye al dueño de aquello que se anhela. La codicia, como la avaricia y la gula, están privados de placer. De la lujuria no digo nada porque esa sí me encanta.

Pero volvamos a la mujer del prójimo, que tanto me gusta. Para empezar, ¿de dónde saca el prójimo que la mujer es suya? La esposa del prójimo (porque de eso estamos hablando), en el mejor de los casos, se ha entregado a su marido en un acto de compromiso afectivo y sexual. Pero de ahi a decir que el prójimo la posee hay todo un infinito de distancia. El pobre prójimo se podrá sentir muy ufano al suponer que la mujer que lleva del brazo le pertenece. Pero cuando ella deje de darse...

Todo esto viene a consecuencia de la tradicion judeo-cristiana que, en su machismo ancestral, ha manipulado sus reglamentos y prohibiciones desde la prespectiva del hombre. Y hablando de mandamientos, si bien a los católicos los traen en friega con la cantidad de inmoralidades de las cuales sentirse culpables, al menos no les va tan mal como a los Protestantes y los Judios, quienes ademas de recibir en sus mandamientos el dictamen de no fornicar, les endilgan también el de no codiciar a... bueno, aqui les va completo: No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca.

El machismo religioso también da cabida a que el prójimo siempre acabe imponiéndosele a la prójima, que no pasa de ser objeto de disputa entre el que la quiere para él solito, y los otros pelafustanes que se la quieren quitar, más por quitársela que por ella misma.

Dejemos, pues, a un lado los absurdos vericuetos de la religión y liberemos a la mujer del prójimo de la objetivización a la que la condena. Así que, la mujer del prójimo no es de nadie.Y si no es de nadie, es del que se la gane.

Ahora bien, el mundo está lleno de prójimos. Todos mis amigos son prójimos, al igual que mis enemigos, así como cualquier hijo de vecino, y su papá también.

Claro que no deseo a todas “sus” mujeres, pero casi. Iba a decir que no más ni menos que ellos, pero la verdad es que mas bien más. La diferencia es que yo las deseo totalmente al margen del prójimo que traen al lado. Sin ganas ni intención de joder, ni sentimientos de culpabilidad.

Ojala y todas ellas me vieran como el hombre de la prójima, y ahi sí, ojala y me desearan cualquiera que fuera su motivación.

Yo jalo, queridas....

MAGZ
Brighton
22.06.07

lunes, junio 18, 2007

HUAPANGO DE LA AMADA

En los cerros y los mares
Bajo cúpulas azules
Y nubes cual tenues tules
Cantarán estos cantares

Conozco un par de lunares
Ocultos para otros ojos
Alivio de mis antojos
Antojos de mi pasión
Para ellos va mi canción
De versos verdes y rojos.

También conozco una luna
Que nadie más ha querido
Y beso a beso he ido
Recorriéndola con una
Aullante lealtad perruna
Cual amante enloquecido.

Aqui y en otros lugares
Bajo sauces y pirules
Yo primero y luego tú, les
Cantarás estos cantares.

Tu amor es causa perdida
Tu amor es cosa anhelada
Tu amor es ardua jornada
Y es una gloriosa herida.
Y te dedico mi vida
Aunque no me dieras nada.

Pero ya todo he ganado
Porque el premio está en amarte
Ir a tu lecho a entregarte
Este cuerpo enamorado
Saciarte y quedar saciado
Y con mis versos pagarte.

MAGZ 2007